Si bien se espera un segundo semestre más auspicioso, los datos sobre la evolución del mercado todavía no muestran que la desaceleración haya acabado, según el presidente de la banca matriz.
En stand by. Así es como se encuentran hoy en día las expectativas del mercado local, al cierre de un primer semestre que sufrió los efectos de la sequía y las inundaciones en la producción agropecuaria, la merma de compristas extranjeros en las zonas de frontera, el menor dinamismo del consumo interno y la caída de los precios internacionales de las materias primas.
El presidente del Banco Central del Paraguay (BCP), José Cantero, reconoció en una entrevista que los datos recogidos de manera preliminar todavía no dan certeza de que la desaceleración se haya detenido y se haya iniciado la fase de rebote en la producción del país. Consideró que en julio probablemente se tendrá una mayor certeza e insistió en que las expectativas se deben basar en la solidez macroeconómica, ya que la merma actual de la actividad económica se relaciona con choques externos transitorios.
“De una expectativa desfavorable, negativa, hoy estamos en una expectativa expectante. Hay factores que pueden afectar a esta expectativa, que se fortalezcan hacia un escenario positivo (…). Hoy no tenemos un indicio categórico que nos diga (que) el rebote comenzó, sí hay algunos indicios, pero vamos a estar un poco cautelosos para informar esto”, expresó.
Los pronósticos que se tengan al interior del sector productivo hacia el comportamiento del clima, principalmente para la siembra de la zafra sojera 2019/2020, y la evolución de los precios de los productos de exportación fueron mencionados por Cantero entre los elementos que van a ir construyendo las expectativas de los actores económicos. Además, se suma la reactivación del gasto público, a través de la concreción de las inversiones anunciadas por el Gobierno, especialmente en obras públicas.
“Nuestra historia reciente, (de los años) 2009, 2012, 2015, de los choques que tuvimos, tras estos choques registramos rebotes muy importantes, volvimos a la senda de crecimiento y yo creo que las expectativas de las personas, de los empresarios, tienen que también tener esos componentes de comprender la solidez de nuestra economía, que otros países no tienen. Eso se está garantizando, que estamos manteniendo hacia adelante, que tenemos planes inclusive de vigorizar”, añadió.
Cantero aclaró que la menor inyección de dinero no corresponde a un choque monetario-financiero, sino que a un choque de la economía real que afectó la facturación. Descartó que se vuelva a contar con argentinos que vengan a hacer sus compras, debido al deterioro del poder adquisitivo que se vive en el país vecino.
Mencionó la probabilidad de 100% de baja de tasas de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés) en julio, entre las señales tranquilizadoras desde el plano internacional y calificó a la reforma tributaria, hoy en discusión, como coherente para la creación de un mayor espacio fiscal y también orientada a reducir los gastos.
El BCP recortó en abril pasado a 3,2% su proyección de crecimiento para este año, del 4% pronunciado en diciembre, y prevé así una desaceleración a partir de la expansión de 3,7% del producto interno bruto (PIB) observada en 2018. Para julio próximo se espera un nuevo recorte a la estimación del 2019 y firmas privadas pronostican un dinamismo aún menor, de hasta 1,7%. La actividad económica bajó 3,4% al cierre del primer cuatrimestre del corriente año y tuvo en abril una caída de 5,3%, respecto al cuarto mes del 2018, el resultado más flojo en varios años. Este bajón afectó a la agricultura, la construcción, la industria manufacturera, electricidad y agua, según BCP.
ÚH