La principal criptomoneda del mundo atraviesa una de sus peores crisis del año, con una caída acumulada del 25% en dos semanas que ha eliminado más de 1,1 billones de dólares en capitalización del mercado cripto. Los operadores multiplican sus apuestas bajistas mientras las empresas de tesorería digital enfrentan presiones de venta sin precedentes.
Caída libre: el bitcoin pierde el nivel de los $93.000 por primera vez desde abril
El bitcoin profundizó este lunes su tendencia bajista al desplomarse por debajo de los $91.500, perforando posteriormente la barrera psicológica de los $93.000 que no tocaba desde abril de este año. La criptomoneda cotizaba recientemente en $92.123, acumulando un descenso del 2,3% en las últimas 24 horas y aproximadamente un 13% en la última semana, según datos del agregador CoinGecko. Con esta debacle, el activo digital ha borrado completamente las ganancias obtenidas durante 2025, marcando un punto de inflexión en un mercado que hace apenas unas semanas celebraba máximos históricos superiores a los $106.562.
El volumen de operaciones refleja el nerviosismo imperante: las transacciones de BTC se duplicaron en un solo día, alcanzando los $114.000 millones según CoinGlass. Las liquidaciones en el mercado de derivados han sido devastadoras, con aproximadamente $335 millones en contratos de bitcoin eliminados en las últimas 24 horas, elevando las liquidaciones totales del mercado cripto a $725 millones. El fin de semana previo había registrado liquidaciones cercanas a los $579 millones cuando el precio tocó los $93.029 el domingo.
El mercado de opciones anticipa pérdidas adicionales
El cambio en el sentimiento del mercado ha sido vertiginoso. Los operadores están realizando apuestas cada vez más bajistas en el mercado de opciones, convencidos de que el desplome está lejos de terminar. La demanda de protección a la baja se ha disparado, particularmente en los niveles de $90.000, $85.000 y $80.000, con actividad especialmente intensa en las opciones que vencen a finales de noviembre.
Después de que el bitcoin alcanzara máximos hace apenas unas semanas, los operadores han adquirido contratos por valor de más de $740 millones que apuestan por la continuación de los descensos con vencimiento a finales de noviembre, superando con creces el interés por las posiciones alcistas. Esta asimetría en el posicionamiento refleja una convicción bajista generalizada entre los participantes institucionales del mercado.
«La ausencia de demanda al contado basada en convicciones se ha vuelto cada vez más evidente, ya que los compradores que acumularon posiciones durante los últimos seis meses ahora se encuentran significativamente en números rojos», señaló Chris Newhouse, director de investigación de Ergonia, firma especializada en finanzas descentralizadas.
Las empresas de tesorería digital bajo presión: el caso Strategy frente a sus competidoras
El impacto de la caída se ha concentrado especialmente en las empresas conocidas como tesorerías de activos digitales, compañías que acumularon grandes cantidades de criptomonedas a principios de año con el objetivo de convertirse en vehículos de inversión cripto en el mercado bursátil. Mientras que Strategy Inc., liderada por Michael Saylor, acaba de adquirir otros $835 millones en bitcoin manteniendo su estrategia agresiva de acumulación, varias de sus competidoras enfrentan presiones crecientes para vender activos y proteger sus balances.
Esta venta forzada ha creado un fenómeno psicológico pernicioso: un mercado abarrotado de inversores que se encuentran demasiado en pérdidas para comprar más unidades y promediar a la baja, pero que tampoco están dispuestos a materializar sus pérdidas saliendo de sus posiciones. Este limbo especulativo ha generado un vacío de demanda que alimenta la continuidad de la tendencia bajista.
Según datos del mercado, las ballenas y los holders a largo plazo habrían vendido conjuntamente 815.000 BTC en un solo mes, lo que representa una presión de venta sin precedentes desde dentro del propio ecosistema cripto. Esta coordinación vendedora entre los grandes tenedores ha acelerado significativamente la debacle del activo.
«Miedo extremo» y la Cruz de la Muerte: los indicadores técnicos señalan rojo
Un índice de sentimiento compilado por la plataforma de análisis CoinMarketCap, que rastrea el impulso de los precios, la volatilidad, los derivados y otros factores, indica que los participantes en el mercado de criptomonedas están sumidos en un estado de «miedo extremo». El índice de miedo y codicia cripto ha alcanzado un nivel de 14, un número que refleja un grado alarmante de nerviosismo entre los inversores.
La situación se ha agravado desde que el desplome del fin de semana formó una popular señal de venta bajista conocida como «Cruz de la Muerte», que ocurre cuando la media móvil de 50 días cruza por debajo de la media móvil de 200 días. Esta configuración técnica se considera una demarcación entre el mercado alcista y el bajista en las comunidades de trading y análisis técnico, y tradicionalmente anticipa mayores descensos.
En el mercado de predicción Myriad, el mercado de sentimiento perpetuo de miedo y codicia se ha inclinado ligeramente hacia el lado bajista, mostrando una división de 51/49 hacia el miedo. Los indicadores técnicos, lejos de señalar un posible rebote, sugieren una aceleración en la presión vendedora, lo que crea un círculo vicioso difícil de romper.
Ethereum amplifica las pérdidas: caída del 24% desde octubre
El token de Ethereum, Ether, está demostrando ser especialmente vulnerable en este contexto adverso. La segunda criptomoneda más grande del mundo cayó hasta los $2.975, lo que supone un descenso del 24% desde principios de octubre, superando proporcionalmente las pérdidas del bitcoin.
«Ether es muy vulnerable a esta situación, ya que las mayores empresas de tesorería de activos digitales actualmente tienen posiciones con pérdidas», explicó Greg Magadini, director de derivados de Amberdata. Esta mayor sensibilidad de Ethereum refleja su menor liquidez relativa y su mayor exposición a las decisiones de las tesorerías corporativas cripto.
El mercado en general se encuentra en una situación delicada desde que una fuerte ola de liquidaciones a principios de octubre eliminó cerca de $19.000 millones en activos digitales. El interés abierto en los contratos de futuros de criptomonedas ha disminuido notablemente, especialmente en tokens más pequeños como Solana, donde las posiciones se han reducido a más de la mitad según datos de Coinglass.
La tormenta perfecta: Fed, Nvidia y el debate sobre la burbuja de la inteligencia artificial
Las fuerzas económicas más amplias están pesando significativamente en el sentimiento del mercado cripto. Los operadores se encuentran atentos a múltiples catalizadores que podrían determinar la dirección futura del activo: los resultados trimestrales de Nvidia Corp. el miércoles, considerado un barómetro fundamental de la tecnología y el riesgo especulativo; las cambiantes expectativas sobre un posible recorte de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en diciembre; y la creciente correlación del bitcoin con los índices bursátiles tradicionales.
El S&P 500 cayó más de un 1%, golpeando el sentimiento por los activos de riesgo de todo tipo y evidenciando la cada vez más estrecha correlación entre las criptomonedas y los mercados tradicionales. Esta convergencia elimina uno de los argumentos históricos del bitcoin como activo descorrelacionado y refugio de valor.
«Creo que la Reserva Federal y las conversaciones sobre la burbuja de la inteligencia artificial son dos importantes vientos en contra para las criptomonedas y los activos de riesgo de cara a finales de año», afirmó Adam McCarthy, analista de investigación de Kaiko. «Es probable que el riesgo de la IA se agrave y afecte al sentimiento de riesgo en el cripto. Si añadimos eso a la charla de los funcionarios del FOMC, estamos ante una tendencia bajista sostenida para el bitcoin».
Un factor menos visible pero igualmente determinante es el papel creciente de la inteligencia artificial en los mercados financieros. Algoritmos cada vez más sofisticados están optimizando la venta automatizada de activos digitales, amplificando movimientos y generando reacciones en cadena que aceleran las tendencias bajistas y aumentan la volatilidad del mercado.
El debate sobre el ciclo de cuatro años: ¿retrasado o finalizado?
Algunos analistas han comenzado a cuestionar uno de los patrones más estudiados del bitcoin: el ciclo de cuatro años vinculado a los eventos de halving. Desde su creación, bitcoin ha experimentado un evento de halving aproximadamente cada cuatro años, reduciendo a la mitad la recompensa que reciben los mineros. Históricamente, el activo experimenta una caída significativa de precio entre 12 y 18 meses después de cada halving.
Después del más reciente halving de abril de 2024, BTC se acercó al final de esa ventana en octubre. Antes de ese mes, muchos analistas dijeron que el ciclo de cuatro años había terminado. Sin embargo, algunos expertos ahora sugieren que el ciclo no ha concluido, sino que simplemente está retrasado, lo que podría implicar que la corrección actual forma parte de ese patrón histórico y no necesariamente marca el fin de la tendencia alcista de largo plazo.
Los analistas de QCP señalaron los $92.000 como un nivel de soporte clave para BTC, agregando que ese precio sirvió como límite inferior a finales del año pasado y principios de este año. Al momento de escribir estas líneas, bitcoin está peligrosamente cerca de romper esa barrera psicológica, lo que podría abrir la puerta a descensos adicionales hacia los $85.000 o incluso $80.000, niveles donde se concentra una importante demanda de opciones de protección bajista.
Implicaciones para los inversores: estrategia y cautela en un mercado hostil
El entorno actual representa uno de los más desafiantes para los inversores en criptomonedas en los últimos años. La volatilidad exacerbada, sumada a la presión vendedora de las grandes fortunas cripto, la influencia de la Reserva Federal y el papel amplificador de los algoritmos de inteligencia artificial, exige un nivel de cautela y sofisticación estratégica superior al habitual en este mercado.
La consolidación volátil pronosticada por los expertos después de la caída inicial a $93.000 el domingo sugiere que el mercado podría permanecer en un rango lateral con alta volatilidad durante las próximas semanas, sin una dirección clara definida. Las decisiones impulsivas en este contexto pueden traducirse en pérdidas significativas e irreparables, particularmente para inversores minoristas con menor capacidad de absorber drawdowns prolongados.
La pregunta que muchos se plantean es si este episodio marca el final del bitcoin y las criptomonedas como clase de activo viable. Aunque la corrección parece intensa y el sentimiento se encuentra en mínimos extremos, el ecosistema mantiene su infraestructura operativa y su base de usuarios institucionales. Las oportunidades de inversión siguen existiendo, pero solo para quienes comprenden las nuevas dinámicas del mercado: mayor correlación con activos tradicionales, influencia determinante de la política monetaria, y el papel cada vez más relevante de los algoritmos automatizados en la formación de precios.
El desafío para los inversores no es determinar si el bitcoin sobrevivirá a esta crisis —la historia sugiere que lo hará— sino evaluar correctamente los nuevos niveles de riesgo y ajustar sus estrategias en consecuencia. En un mercado donde se han evaporado más de 1,1 billones de dólares en capitalización en cuestión de semanas, la gestión del riesgo y la disciplina en la ejecución se han vuelto más críticas que nunca.




