El nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos y Corea del Sur, anunciado por el presidente Donald Trump, impondrá un arancel del 15% a las importaciones surcoreanas, generando un impacto significativo en la industria automotriz del país asiático. Hyundai Motor Co. y su filial Kia Corp. se enfrentan a costos adicionales que podrían alcanzar los US$5,000 millones durante 2025.
Un alivio parcial tras evitar el escenario más adverso
Aunque la industria automovilística surcoreana logró evitar el gravamen del 25% que representaba el peor escenario posible, los nuevos aranceles del 15% equivalen a entre el 25% y el 30% de los beneficios combinados de Hyundai y Kia registrados en 2024 antes de intereses e impuestos.
El acuerdo, que guarda similitudes con los alcanzados previamente con Japón y la Unión Europea, ofrece cierto alivio a las empresas surcoreanas al materializarse apenas días antes del vencimiento del plazo para imponer la tasa del 25%. Esta reducción representa más de US$3,000 millones de ahorro en costos comparado con el escenario más adverso. Daiwa Capital Markets estima que el impacto se ha reducido a entre 3 y 3.5 billones de wones, frente a los 5-6 billones de wones inicialmente proyectados.
Pérdida de ventaja competitiva frente a rivales japoneses
El nuevo marco arancelario elimina la ventaja de 2.5 puntos porcentuales que los fabricantes surcoreanos habían disfrutado sobre sus competidores japoneses bajo el anterior acuerdo de libre comercio entre Corea del Sur y Estados Unidos. Anteriormente, la mayoría de envíos de automóviles surcoreanos a Estados Unidos no incurrían en derechos arancelarios, mientras que los vehículos japoneses enfrentaban un arancel del 2.5%.
Esta nueva estructura crea un campo de juego nivelado entre los fabricantes asiáticos, pero representa un costo adicional significativo para las empresas surcoreanas en un momento de incertidumbre económica y reducción de subsidios que afectan la demanda de artículos de alto valor.
Reacción adversa en los mercados financieros
Los mercados respondieron negativamente al anuncio del acuerdo. Las acciones de Hyundai Motor cayeron 4.5% en Seúl, marcando la mayor caída desde el 11 de abril, mientras que las de Kia retrocedieron 7.3%, el descenso más pronunciado desde agosto de 2024. Esta reacción refleja la decepción de los inversores ante el rechazo estadounidense a la propuesta surcoreana de imponer un arancel del 12.5% a los automóviles.
Algunos analistas sugieren que la caída pudo haber sido impulsada por toma de ganancias, considerando que las acciones habían subido la semana anterior tras el optimismo generado por el acuerdo con Japón.
Estrategias de adaptación y expansión manufacturera
Hyundai, cuyo presidente ejecutivo Chung Euisun participó directamente en las fases finales de las negociaciones en Washington, mostró mayor vulnerabilidad debido a su dependencia de la producción nacional. No obstante, la empresa calificó el acuerdo como un «logro histórico» y expresó que «valida nuestra confianza inquebrantable en el mercado estadounidense y nuestro compromiso con la fabricación estadounidense».
Ambas compañías han estado implementando estrategias para mitigar el impacto arancelario, incluyendo el incremento de la producción en sus plantas de Alabama y Georgia, así como la reorientación de envíos. En marzo, Hyundai reveló un plan de inversión récord de US$21,000 millones en Estados Unidos hasta 2028, destinado a ampliar la producción y crear aproximadamente 14,000 empleos directos.
Inversión masiva y compromisos comerciales bilaterales
El proyecto de expansión incluye US$9,000 millones para aumentar la capacidad de producción fabril hasta cerca de 1.2 millones de vehículos anuales, además de una nueva fábrica de acero valorada en US$5,800 millones y la expansión de la planta de Hyundai Motor en Georgia.
El acuerdo comercial contempla que Corea del Sur realizará inversiones por US$350,000 millones en Estados Unidos, con US$150,000 millones destinados específicamente a ayudar a empresas surcoreanas a ingresar a la industria de construcción naval estadounidense. Adicionalmente, Corea del Sur se compromete a adquirir gas natural licuado por valor de US$100,000 millones.
Impacto sectorial más amplio
Más allá de la industria automotriz, otros sectores surcoreanos enfrentan incertidumbre arancelaria. Citigroup Inc. calcula que la tasa arancelaria efectiva de Estados Unidos sobre Corea del Sur podría aumentar hasta 16.8% si se aplica una subida del 15% a sectores como el farmacéutico, afectando potencialmente a empresas como Celltrion Inc., SK Biopharmaceuticals Co. y Samsung Biologics Co., que ya registraron descensos en sus cotizaciones bursátiles.
Los aranceles vigentes sobre importaciones de acero, aluminio y cobre se mantendrán sin cambios, mientras que Trump anunció que Corea del Sur «aceptará productos estadounidenses, como automóviles, camiones y productos agrícolas», aunque los detalles específicos de este compromiso aún no han sido clarificados completamente.
Posible desenlace y próximos pasos
El presidente surcoreano Lee Jae Myung visitará la Casa Blanca en las próximas dos semanas para ultimar los detalles del acuerdo. La asociación automotriz de Corea del Sur describió los recortes arancelarios como «afortunados», señalando que eliminan la incertidumbre y crean condiciones equitativas con los rivales japoneses y europeos.
Este acuerdo marca un punto de inflexión para la industria automotriz surcoreana, que deberá adaptar sus estrategias operativas y de precios para mantener la competitividad en el crucial mercado estadounidense, mientras acelera sus planes de producción local para mitigar el impacto de los nuevos aranceles.