Samsung Electronics ha anunciado oficialmente la firma del contrato más grande en la historia de su división de semiconductores, un acuerdo con Tesla valorado en 16.500 millones de dólares que se extenderá hasta diciembre de 2033. Esta alianza estratégica marca un punto de inflexión para el gigante surcoreano, que busca recuperar terreno en el competitivo mercado de fabricación de chips avanzados frente a su principal rival, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC).

Un contrato histórico que redefine el panorama tecnológico

El acuerdo, que abarca desde julio de 2025 hasta diciembre de 2033, representa el pedido individual más grande jamás registrado por Samsung Foundry y constituye el primer contrato a gran escala con una empresa del grupo Big Tech utilizando su tecnología de proceso de dos nanómetros. La noticia ha sido recibida con entusiasmo por los mercados financieros, impulsando las acciones de Samsung Electronics un 6,8% en una sola jornada, acumulando una revalorización superior al 31% desde principios de año.

Elon Musk, CEO de Tesla, confirmó públicamente la alianza a través de su plataforma X, revelando detalles específicos del acuerdo que Samsung había mantenido bajo confidencialidad. Según Musk, la nueva planta de Samsung en Texas se dedicará exclusivamente a la producción del chip AI6 de próxima generación para Tesla, marcando un salto tecnológico significativo desde el actual A14 que Samsung ya fabrica para la compañía.

Implicaciones estratégicas para la autonomía vehicular y la inteligencia artificial

El chip AI6 representa una evolución crucial en la estrategia tecnológica de Tesla, diseñado específicamente para impulsar las capacidades de conducción autónoma, robots humanoides y centros de datos de IA. Esta nueva generación de semiconductores permitirá a Tesla reducir su dependencia de procesadores de Nvidia y AMD, especialmente en el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial basados en vídeo.

Musk ha enfatizado la importancia estratégica del acuerdo, describiendo su relevancia como «difícil de exagerar». El empresario ha confirmado que Tesla participará activamente en la optimización del proceso de fabricación, supervisando personalmente el desarrollo para acelerar los plazos de producción. Esta colaboración técnica directa entre ambas compañías representa un modelo inusual en la industria de semiconductores.

Samsung busca reposicionarse en el mercado global de fundición

Para Samsung, este contrato llega en un momento crítico. La división de fabricación de chips por contrato de la compañía ha registrado pérdidas significativas y enfrenta una intensa competencia de TSMC, que mantiene una cuota de mercado dominante del 67% frente al 8% de Samsung en el cuarto trimestre de 2024. La empresa surcoreana ha experimentado dificultades particulares en la fabricación de chips avanzados debido a menores rendimientos en comparación con su rival taiwanés.

Los resultados financieros recientes de Samsung reflejan estos desafíos. La compañía pronosticó una caída del 56% en los beneficios operativos del segundo trimestre, alcanzando aproximadamente 4.600 millones de wones (2,8 millones de euros), un resultado peor de lo esperado. Las restricciones de exportación estadounidenses a China y las bajas tasas de utilización en su negocio de fundición han contribuido a esta situación adversa.

La fábrica de Texas como catalizador del crecimiento

El acuerdo con Tesla revitaliza el proyecto de fabricación de Samsung en Taylor, Texas, una instalación que había enfrentado retrasos y dificultades para asegurar clientes de alto perfil. La inversión cercana a los 17.000 millones de dólares en esta planta ahora encuentra justificación económica con este contrato multimillonario, que según Musk podría expandirse hasta los 40.000 millones de dólares con la inclusión de subsidios federales bajo la Ley de Chips y Ciencia.

La ubicación estratégica de la planta, «convenientemente cerca» de la residencia de Musk según sus propias palabras, facilita la supervisión directa del proceso de fabricación y simboliza la estrecha colaboración entre ambas empresas. Samsung planea comenzar la producción en masa utilizando su tecnología de dos nanómetros, con la fábrica de Texas programada para iniciar operaciones en 2026.

Diversificación de la cadena de suministro de Tesla

La estrategia de Tesla incluye una diversificación calculada de sus proveedores de semiconductores. Mientras Samsung se encargará del AI6, TSMC mantendrá la producción del A15, inicialmente en Taiwán y posteriormente en Arizona. Esta distribución geográfica y tecnológica reduce los riesgos de dependencia de un solo proveedor y optimiza las capacidades específicas de cada fabricante.

El chip A15, cuyo diseño Tesla ha completado recientemente, servirá como puente tecnológico hacia el más avanzado AI6, manteniendo una progresión controlada en la evolución de sus sistemas de inteligencia artificial vehicular.

Contexto geopolítico y comercial

El acuerdo se inscribe en un contexto más amplio de cooperación tecnológica entre Estados Unidos y Corea del Sur. Seúl ha intensificado sus esfuerzos para establecer alianzas estratégicas en semiconductores y construcción naval con Washington, particularmente ante la posibilidad de aranceles estadounidenses del 25%. Esta colaboración Samsung-Tesla podría servir como modelo para futuras asociaciones bilaterales en sectores tecnológicos críticos.

Proyecciones de crecimiento y competencia

Samsung espera que este contrato marque el inicio de una recuperación gradual en su negocio de fundición durante la segunda mitad del año. La compañía reconoce que ganar un pedido de gran envergadura de una empresa global como Tesla puede atraer a otras compañías tecnológicas importantes a considerar a Samsung como una alternativa viable a TSMC.

Otros clientes potenciales ya muestran interés en la tecnología de dos nanómetros de Samsung. Qualcomm está evaluando un posible acuerdo para la fabricación de chips utilizando este proceso avanzado, mientras que la empresa japonesa de inteligencia artificial Preferred Networks ya figura como cliente confirmado.

El acuerdo Samsung-Tesla representa más que una transacción comercial; simboliza un realineamiento estratégico en la industria global de semiconductores, donde la innovación tecnológica, la proximidad geográfica y las alianzas estratégicas redefinen las ventajas competitivas tradicionales. Para Samsung, constituye una oportunidad de recuperar protagonismo en el mercado de chips avanzados, mientras que para Tesla garantiza el suministro de componentes críticos para su visión de movilidad autónoma e inteligencia artificial.