El proyecto prioriza la rehabilitación de caminos vecinales y la construcción de un puente estratégico en la Región Oriental

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo por USD 75 millones para financiar el Programa de Mejoramiento de la Conectividad Rural (PR-L1196) en Paraguay. El objetivo principal es mejorar la calidad de la infraestructura vial en zonas rurales de la Región Oriental, mediante la rehabilitación de caminos vecinales y la construcción de un puente sobre el río Monday, con el propósito de favorecer el acceso a mercados, servicios sociales y oportunidades productivas.

Brecha de infraestructura y contexto económico

Paraguay registró un crecimiento económico promedio del 3,7 % anual entre 2004 y 2024, por encima del promedio regional. Sin embargo, enfrenta una expansión del déficit fiscal y de la deuda pública, que pasó de 13,5 % del PIB en 2014 a 40,7 % en 2024. Un estudio del BID estima que el país requiere USD 22.500 millones en infraestructura para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de los cuales USD 8.285 millones corresponden al sector vial.

Actualmente, solo el 13 % de los 78.713 km de carreteras del país está pavimentado, y en la Región Oriental, el 94 % de la red vecinal es de tierra, lo que limita la movilidad, especialmente en épocas de lluvia. Esta situación afecta directamente al 28,8 % de la población rural que vive en situación de pobreza.

Obras financiadas y condiciones del préstamo

El financiamiento aprobado será ejecutado por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), bajo un esquema de Facilidad de Financiamiento Flexible del BID, con un plazo de amortización de 22,5 años y 8 años de gracia. Las intervenciones incluidas son:

  • Carayaó – Nicolás Bo (12,06 km): USD 4,44 millones
  • Cristo Rey – Carpa Cué (35,19 km): USD 14,07 millones
  • Abaí – Taruma – Tuna (29,22 km): USD 13,53 millones
  • Puente sobre el río Monday (100 m): USD 782.618

El diseño de cada tramo fue evaluado utilizando el modelo HDM-4, considerando costos de construcción, operación, mantenimiento y beneficios para los usuarios. Las evaluaciones arrojaron tasas internas de retorno superiores al 9 % y valores actuales netos positivos, indicadores que respaldan la viabilidad económica del programa.

Accesibilidad y sostenibilidad

El proyecto contempla un período de mantenimiento vial de cuatro años y acciones complementarias como drenajes, alcantarillado, reemplazo de puentes menores y control de erosión. También incluye la actualización del Plan Maestro de Infraestructura y Transporte, integrando criterios de cambio climático, dado que Paraguay es vulnerable a fenómenos como inundaciones y sequías.

Uno de los puntos críticos del proyecto es el reemplazo de una balsa en el cruce del río Monday por un puente de 100 metros. Esta infraestructura permitirá reducir el tiempo de cruce de 70 a 40 minutos, mejorando la fluidez del tránsito local y regional, y conectando zonas productivas actualmente aisladas.

Enfoque social e institucional

Además de los componentes técnicos, el programa incorpora lineamientos en inclusión social, equidad de género y fortalecimiento institucional. Entre ellos se destacan:

  • – Promoción de empleo para mujeres y personas con discapacidad
  • – Capacitación en prevención de violencia basada en género (VBG) en obras
  • – Asistencia técnica para fiscalización y supervisión de calidad de obras
  • – Participación comunitaria y consulta previa en comunidades indígenas

El diseño del programa reconoce las debilidades históricas en control y sobrecostos de obras viales en el país. Un análisis del BID indica que el 96 % de los contratos viales evaluados presentaron sobrecostos, y por ello se refuerzan los sistemas de seguimiento y fiscalización en esta nueva etapa.

Previsión de impacto

El programa se alinea con las prioridades del Plan Nacional de Desarrollo 2030 del Gobierno de Paraguay y forma parte de una estrategia para reducir desigualdades territoriales, fortalecer la infraestructura productiva y mejorar la integración regional. Se estima que beneficiará directamente a unas 170.000 personas, con impactos positivos en accesibilidad, productividad agropecuaria y calidad de vida.

La operación representa una inversión estratégica en conectividad física, pero también en cohesión social y sostenibilidad, atendiendo tanto a factores económicos como ambientales y sociales que condicionan el desarrollo rural del país.