Un nuevo informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ha revelado el alcance devastador de los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en Europa, con pérdidas económicas acumuladas que superan los 790.000 millones de euros entre 1980 y 2023. Los datos, publicados este miércoles, muestran una tendencia ascendente que sitúa a 2023 como un año particularmente costoso, con daños que excedieron los 45.000 millones de euros en 38 países europeos.

Alemania encabeza las pérdidas absolutas con 180.000 millones de euros

El análisis de la AEMA identifica a Alemania como el país más afectado en términos absolutos, con pérdidas que ascienden a 180.000 millones de euros durante el período analizado. Italia ocupa la segunda posición con 135.000 millones de euros, seguida de Francia con 130.000 millones de euros y España con 97.000 millones de euros. Esta clasificación refleja tanto la exposición geográfica como la magnitud económica de estos países ante los eventos climáticos extremos.

Al considerar únicamente los eventos del siglo XXI, el panorama se mantiene similar, aunque se observa la emergencia de un grupo secundario compuesto por Austria, Bélgica, República Checa, Portugal, Rumanía y Eslovenia, con pérdidas que oscilan entre 12.000 y 15.000 millones de euros cada uno.

Eslovenia lidera las pérdidas per cápita con 8.733 euros por habitante

Cuando se analizan las pérdidas en términos per cápita, Eslovenia emerge como el país más afectado con 8.733 euros por habitante entre 1980 y 2023. Le siguen Luxemburgo con 2.694 euros, Suiza con 2.685 euros, Italia con 2.330 euros y España con 2.279 euros. En contraste, Kosovo registra las menores pérdidas per cápita con apenas 10 euros, seguido de Montenegro con 41 euros e Islandia con 87 euros.

Esta métrica per cápita resulta particularmente relevante, ya que, según la AEMA, «las pérdidas per cápita varían menos que las pérdidas por kilómetro cuadrado y varios países presentan valores relativamente similares», lo que permite una comparación más equitativa del impacto real en las economías nacionales.

Inundaciones y tormentas: los principales causantes de daños económicos

El informe identifica a las inundaciones, tormentas, vientos y granizo como los principales responsables de los daños económicos, superando significativamente a otros fenómenos como sequías o incendios forestales. Esta distribución de causas refleja la vulnerabilidad particular de Europa ante eventos hidrometeorológicos extremos.

La frecuencia e intensidad de estos fenómenos ha mostrado una tendencia ascendente, respaldada por las estimaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que prevé un incremento continuo con el mayor calentamiento global. Las inundaciones y olas de calor han sido identificadas como las principales causas de daños económicos en toda la Unión Europea.

Déficit crítico en la cobertura aseguradora: menos del 30% de las pérdidas están cubiertas

Uno de los hallazgos más preocupantes del informe es la significativa brecha en la cobertura aseguradora. Menos de un tercio de las pérdidas no humanas estaban cubiertas por seguros, y la mayoría de los países reportaron que más del 50% de sus pérdidas no estaban aseguradas. En casos extremos, esta cifra superó el 90%, evidenciando una brecha creciente entre daños económicos y cobertura aseguradora.

Para los 27 Estados miembros de la UE, la media de pérdidas aseguradas ha aumentado de 2.500 millones de euros en 2009 a 4.000 millones en 2023. Sin embargo, al menos 16 países de la UE registran un déficit de protección del seguro superior al 90%. Solo Dinamarca tiene más del 50% de sus pérdidas cubiertas por seguros, subrayando una brecha significativa en la cobertura ante los crecientes riesgos climáticos.

Algunos países han desarrollado sistemas nacionales de seguros basados en asociaciones público-privadas, como la Caisse Centrale de Réassurance (CCR) en Francia y el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) en España, pero estos mecanismos aún resultan insuficientes para cerrar la brecha de cobertura.

Las olas de calor: la amenaza más mortal para la población europea

En términos de víctimas mortales, las olas de calor constituyen la principal causa de fallecimientos relacionados con el clima entre 1980 y 2023, seguidas por olas de frío, sequías e incendios forestales. El mayor número de víctimas se registró en Europa occidental, meridional y septentrional, especialmente durante episodios de calor extremo.

Las temperaturas extremas no solo representan un riesgo para la vida humana, sino que también impactan significativamente en la productividad económica. La Organización Internacional del Trabajo prevé que la radicalidad térmica reducirá el potencial total de horas de trabajo en todo el mundo en un 2,2% hacia 2030.

Impacto económico proyectado: España podría perder 1,4 puntos porcentuales del PIB

Según Allianz Research, las olas de calor podrían ralentizar el crecimiento económico europeo en un 0,5% del PIB en 2025. En Europa, las pérdidas de PIB oscilan entre 0,1 puntos porcentuales en Alemania y hasta 1,4 puntos porcentuales en España, que se ve especialmente afectada por las elevadas temperaturas.

A escala mundial, las olas de calor se traducen en una reducción del PIB de 0,6 puntos porcentuales, según las mismas estimaciones. China, España, Italia y Grecia sufrirían las pérdidas más pronunciadas, mientras que Estados Unidos podría experimentar un descenso de aproximadamente 0,6 puntos porcentuales y Francia hasta un tercio de punto.

Adaptación y medidas estructurales: la respuesta necesaria

El informe de Allianz Research sugiere que las pérdidas de productividad debidas al calor pueden mitigarse mediante la implementación de medidas estructurales para preparar las ciudades y adaptar los lugares de trabajo. Esto evitaría la necesidad de otorgar días libres o forzar a las empresas a permitir el teletrabajo como única respuesta a las temperaturas extremas.

Los negocios y establecimientos comerciales también se ven directamente afectados por la disminución de la actividad en las calles durante las olas de calor. Mientras algunos sectores como la hostelería pueden beneficiarse al recibir clientes que buscan resguardarse del calor, otros negocios que no implican largas estancias, como las tiendas, pueden experimentar pérdidas significativas de clientela.

Perspectivas futuras: la urgencia de la adaptación climática

La Agencia Europea de Medio Ambiente recuerda que la Evaluación Europea de Riesgos Climáticos (EUCRA), publicada en marzo, identifica prioridades políticas para la adaptación climática y plantea directrices para sectores especialmente vulnerables. El objetivo es concienciar a responsables políticos y ciudadanía sobre la urgencia de mitigar y adaptarse al cambio climático para fortalecer la resiliencia continental.

El estudio, que incluye mapas interactivos y gráficos, permite conocer la evolución histórica de estos eventos, las proyecciones futuras y ejemplos de medidas de adaptación adoptadas por distintos países. Esta herramienta resulta fundamental para la toma de decisiones informadas en materia de políticas climáticas y económicas.

Las cifras presentadas por la AEMA constituyen un llamado urgente a la acción, evidenciando que los fenómenos climáticos extremos han pasado de ser eventos excepcionales a convertirse en un nuevo actor permanente en las decisiones y análisis económicos y laborales de las instituciones públicas y empresas europeas. La preparación y adaptación ya no son opciones, sino imperativos económicos y sociales para el futuro del continente.