NVIDIA ha cerrado un acuerdo estratégico con Arabia Saudí valorado en aproximadamente 7.000 millones de dólares para el suministro de 18.000 procesadores avanzados GB300 Grace Blackwell, destinados a impulsar el desarrollo de centros de datos y la infraestructura de inteligencia artificial en el reino. El anuncio, realizado durante la visita oficial del presidente Donald Trump a la nación árabe, ha generado una inmediata reacción positiva en los mercados financieros, disparando las acciones de la compañía tecnológica.
Un impulso estratégico en un momento clave
El acuerdo representa un importante respiro para NVIDIA en medio de las tensiones comerciales con China y las recientes incertidumbres sobre limitaciones arancelarias que habían afectado su cotización bursátil en los últimos meses. La noticia llega como parte de un amplio paquete de cooperación económica entre Estados Unidos y Arabia Saudí valorado en 600.000 millones de dólares.
«La IA, al igual que la electricidad e internet, es una infraestructura esencial para toda nación. Junto con HUMAIN, estamos construyendo una infraestructura de IA para que la gente y las empresas de Arabia Saudita hagan realidad la audaz visión del Reino», declaró Jensen Huang, CEO de NVIDIA, tras la firma del acuerdo.
La primera fase del acuerdo contempla el despliegue de 18.000 procesadores GB300 para un centro de datos de 500 megavatios. Estos chips, presentados oficialmente a principios de este año, representan la tecnología más avanzada de NVIDIA en el campo de la inteligencia artificial.
Humain: el socio clave en la estrategia saudí
El principal socio de NVIDIA en esta operación es Humain, la empresa estatal saudí de inteligencia artificial respaldada directamente por el Fondo de Inversión Pública (PIF) del reino, que gestiona una parte significativa de los activos soberanos del país.
Humain fue creada recientemente bajo la dirección del príncipe heredero Mohamed bin Salmán, con el objetivo de desarrollar y gestionar tecnologías de IA como parte crucial de la estrategia Vision 2030, que busca diversificar la economía saudí y reducir su dependencia de los combustibles fósiles.
La empresa está dirigida por Tareq Amin, exejecutivo de Aramco Digital, y tiene como objetivo convertirse en «líder mundial en el campo de la IA», según comunicados oficiales. Entre sus proyectos destacados se encuentra el desarrollo de uno de los mejores modelos lingüísticos de gran tamaño (LLM) en árabe.
Impacto económico y financiero
La respuesta del mercado ante el anuncio ha sido contundente. Las acciones de NVIDIA experimentaron un aumento del 5,6%, lo que ha supuesto una recuperación del 37% desde su mínimo de 2025 registrado en abril, cuando la incertidumbre sobre los aranceles de EE.UU. a China afectó negativamente a su cotización.
Este repunte ha tenido un impacto directo en la fortuna personal de Jensen Huang, que se ha incrementado en 12.000 millones de dólares en una sola tarde, logrando la mayor ganancia en un solo día para un ejecutivo del sector tecnológico. Huang, que controla el 3,5% de las acciones de NVIDIA, ha visto crecer su patrimonio hasta los 118.200 millones de dólares, situándose como la undécima persona más rica del planeta, muy cerca de figuras como Amancio Ortega, Steve Ballmer o los fundadores de Google.
Implicaciones geopolíticas y supervisión estadounidense
El acuerdo forma parte de una estrategia más amplia de cooperación tecnológica entre Estados Unidos y Arabia Saudí, que incluye todos los permisos necesarios para que el reino pueda adquirir los procesadores más avanzados no solo de NVIDIA sino también de AMD.
Sin embargo, Estados Unidos mantendrá el derecho de supervisar todos los centros de datos saudíes que utilicen chips estadounidenses, un aspecto crucial dado el carácter sensible de estas tecnologías de doble uso.
Inversiones multimillonarias y diversificación económica
Como parte del marco de cooperación anunciado, Arabia Saudí planea invertir 600.000 millones de dólares en los Estados Unidos en los próximos años. La primera fase de estas inversiones incluye 20.000 millones de dólares destinados específicamente al desarrollo de centros de datos enfocados en energía e inteligencia artificial.
Adicionalmente, se ha anunciado la creación de un fondo conjunto de inversión de 80.000 millones de dólares que será utilizado por grandes empresas tecnológicas de Estados Unidos y Europa para impulsar proyectos innovadores.
Estos movimientos representan un paso significativo en la estrategia saudí de diversificación económica, similar al ambicioso proyecto NEOM, y subrayan la creciente importancia de las tecnologías de IA como motor de desarrollo económico en la región.
Apertura de la inteligencia artificial a nuevos mercados
Los analistas de Bank of America han valorado positivamente el acuerdo, estimando su valor total en 7.000 millones de dólares. Esta cifra, sumada a las potenciales ventas de chips a Emiratos Árabes Unidos, ha generado un renovado optimismo entre los inversores.
Para NVIDIA, este acuerdo representa no solo una importante inyección de capital sino también la apertura de un nuevo mercado estratégico para sus chips de IA en un momento en que las restricciones comerciales con China podrían limitar sus oportunidades en Asia.
La operación consolida además el papel de Arabia Saudí como un actor cada vez más relevante en el panorama tecnológico global, al tiempo que fortalece los lazos económicos entre el reino y Estados Unidos en sectores de alta tecnología, evidenciando el nuevo enfoque de la política exterior estadounidense en la región bajo la administración Trump