El presidente ofrece reembolsos temporales mientras impulsa la producción nacional

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes órdenes ejecutivas que modifican parcialmente su plan de aranceles del 25% sobre automóviles y autopartes importados, estableciendo un sistema de reembolsos temporales que funcionará como «puente» para que los fabricantes trasladen más producción al territorio estadounidense.

«Solo queríamos ayudarlos durante esta pequeña transición, a corto plazo», declaró Trump a periodistas tras la firma. «No queríamos penalizarlos».

Detalles del plan de reembolsos arancelarios

El nuevo esquema, que mantiene intacto el arancel base del 25%, ofrece importantes concesiones a los fabricantes que ensamblan vehículos en Estados Unidos:

  • Un reembolso del 15% durante el primer año para fabricantes que terminen sus vehículos en territorio nacional
  • Reducción al 10% en el segundo año
  • Exención total para vehículos con al menos 85% de componentes que cumplan con el acuerdo T-MEC
  • Eliminación de la duplicación arancelaria, aplicándose únicamente el impuesto más alto correspondiente

Scott Bessent, secretario del Tesoro estadounidense, explicó que el objetivo principal sigue siendo «traer de vuelta la producción de automóviles a Estados Unidos» pero ofreciendo «un camino para hacerlo de manera rápida, eficiente y creando tantos empleos como sea posible».

Respuesta a la presión de la industria

La decisión de suavizar la política arancelaria responde directamente a la presión ejercida por los principales actores del sector automotriz, según confirmaron a CNN tres funcionarios de la Casa Blanca. La semana pasada, una coalición de fabricantes de automóviles estadounidenses e internacionales envió una carta al gobierno solicitando alivios similares a los ya otorgados a los sectores de semiconductores y productos electrónicos.

«Los aranceles sobre autopartes alterarán la cadena de suministro automotriz global y desencadenarán un efecto dominó que provocará un aumento en los precios de los autos para los consumidores, menores ventas en los concesionarios y hará que el mantenimiento y reparación de vehículos sea más caro y menos predecible», advertía la misiva.

Impacto económico de los aranceles originales

Antes de las modificaciones anunciadas, los aranceles habían sido calificados por algunos expertos como una «amenaza existencial» para el sector. Arthur Laffer, economista cercano a Trump, estimó en un análisis privado que los aranceles sin modificaciones podrían añadir 4.711 dólares al costo de cada vehículo nuevo.

Este incremento resultaría especialmente significativo considerando que el precio promedio de un vehículo nuevo el mes pasado fue de 47.462 dólares, según datos de Kelley Blue Book.

Reacción de los fabricantes de automóviles

Los principales fabricantes han recibido positivamente las modificaciones arancelarias:

«Estamos agradecidos con el presidente Trump por su apoyo a la industria automotriz estadounidense y a los millones de estadounidenses que dependen de nosotros», declaró Mary Barra, CEO de General Motors, aunque simultáneamente la compañía anunció que ya no mantiene su previsión de mayores ganancias para 2025.

Ford y Stellantis también expresaron su agradecimiento por la postura más flexible. «Ford recibe con agrado y agradece estas decisiones del presidente Trump, que ayudarán a mitigar el impacto de los aranceles en los fabricantes, proveedores y consumidores», indicó la compañía en un comunicado.

Perspectivas e incertidumbre a largo plazo

A pesar del alivio temporal, persiste la incertidumbre sobre el impacto a largo plazo de esta política arancelaria en la economía estadounidense y en las ventas de automóviles. La mayoría de los economistas sostienen que los aranceles elevados, que afectarán a gran parte de las importaciones, seguirán incrementando los precios y ralentizarán el crecimiento económico.

Según un funcionario del Departamento de Comercio, las automotrices anunciarán el próximo mes turnos adicionales para trabajadores, nuevas contrataciones y planes para construir nuevas instalaciones, lo que permitirá evaluar el verdadero impacto de esta política en la creación de empleo manufacturero, uno de los principales objetivos de la administración Trump.

La medida se produce mientras el presidente cumple 100 días en la Casa Blanca y visitaba Michigan, estado clave para la industria automotriz que Trump ganó en las elecciones del año pasado con la promesa de aumentar los empleos en las fábricas.