El mercado del cobre está experimentando uno de sus mejores períodos en años, con los futuros en COMEX alcanzando los 5,15 dólares estadounidenses por libra el jueves pasado, aproximándose al máximo histórico registrado en mayo de 2024. Aunque el precio experimentó un ligero retroceso hasta los 5,12 dólares por libra durante la sesión bursátil asiática del lunes, el metal básico acumula una apreciación del 27% en lo que va del año.

En la Bolsa de Metales de Londres (LME), tras el receso de Semana Santa, el cobre de referencia registró un incremento del 1,5%, llegando a cotizar a 9.325 dólares la tonelada métrica y tocando su máximo desde el 4 de abril a 9.333 dólares. Este repunte coincide con la reanudación de las operaciones en los mercados internacionales y refleja el optimismo de los inversores ante la confluencia de varios factores alcistas.

El factor Trump: orden ejecutiva como precursora de aranceles

El mes pasado, el presidente estadounidense Donald Trump firmó una orden ejecutiva para investigar las importaciones de cobre del país, argumentando vulnerabilidades significativas en la cadena de suministro y una creciente dependencia de fuentes extranjeras para el metal extraído, fundido y refinado. Esta medida, considerada precursora de posibles aranceles a la importación, ha desatado un repunte cercano al 12% en los precios de los futuros del cobre desde su anuncio.

«Una parte de la historia del cobre es el estímulo y la recuperación de China, la otra parte son los aranceles. Podríamos estar asistiendo a un impulso de la demanda en un momento en que la subida de los precios podría restringir la oferta», señalan analistas del sector.

La ambición de Trump de repatriar la producción a territorio estadounidense podría provocar un incremento en los costes de fabricación y, consecuentemente, presionar al alza la inflación. Los proveedores, anticipándose a estas medidas, han acelerado los envíos a Estados Unidos, reduciendo los volúmenes disponibles en otros mercados y contribuyendo a la escasez global.

El estímulo chino como catalizador de la demanda

China, el mayor proveedor y consumidor mundial de cobre, ha implementado nuevas medidas de estímulo para fortalecer su economía, fijando un objetivo de crecimiento del PIB del 5% y elevando su nivel de déficit a máximos de tres décadas. Según informó la agencia estatal Xinhua, el gobierno chino «impulsará vigorosamente el consumo» y «expandirá la demanda interna en todas las direcciones», incluyendo medidas de apoyo al gasto interno y aumento de la renta familiar.

Los datos económicos recientes del gigante asiático muestran signos positivos, con un incremento del 4% en las ventas minoristas durante los dos primeros meses del año, el ritmo más rápido desde octubre del año pasado. Además, tanto la producción industrial como la inversión en activos fijos superaron las estimaciones en febrero.

Estos anuncios, junto con los datos económicos favorables, han contribuido significativamente al impulso alcista del precio del cobre, que registró un aumento del 4,4% la semana pasada, prolongando una racha alcista de tres semanas consecutivas.

La debilidad del dólar como factor adicional

El debilitamiento del dólar estadounidense frente a las principales divisas del grupo G-10 desde mediados de enero, con una caída del 4% en el índice del dólar este año, ha proporcionado un soporte adicional a los precios del cobre. El recrudecimiento de las tensiones comerciales globales ha desatado un sentimiento de aversión al riesgo, provocando ventas masivas en los mercados bursátiles estadounidenses y una depreciación del «billete verde».

Un operador de cobre señaló que el movimiento actual «en realidad no tiene nada que ver con los fundamentos, sino más bien con las compras (de fondos) en reacción al dólar y con el recorte de posiciones cortas». La moneda estadounidense se ha visto afectada por preocupaciones sobre la independencia de la Reserva Federal tras críticas de Trump al presidente de la Fed, Jerome Powell.

Una moneda estadounidense más débil hace que los metales cotizados en dólares sean más accesibles para compradores con otras divisas, potencialmente impulsando la demanda. Esta relación es aprovechada por fondos conocidos como «commodity trading advisors» (CTA), que operan mediante señales de compra y venta generadas por modelos numéricos.

Aspectos técnicos y fundamentales del mercado

Desde el punto de vista técnico, el cobre ha superado la resistencia de los promedios móviles de 50 y 100 días, situados en torno a 9.290 y 9.330 dólares, respectivamente. La siguiente barrera alcista se sitúa aproximadamente en los 9.380 dólares, correspondiente al promedio móvil de 21 días.

En el aspecto fundamental, el soporte para el precio del cobre proviene de la disminución de existencias en los almacenes supervisados por la Bolsa de Futuros de Shanghái (ShFE), que han caído un 36% a 171.611 toneladas desde finales de febrero, junto con menores inventarios en los almacenes aduaneros de Shanghái.

Aunque los analistas anticipan que el conflicto comercial afectará la demanda durante el segundo y tercer trimestres, la mayoría de las empresas confían en que los estímulos económicos compensarán esta situación, según indican los analistas de Citi en una nota sobre China.

El cobre en la transición energética global

El metal industrial se ha vuelto cada vez más crucial en el contexto actual, con un aumento significativo de la demanda para la electrificación de vehículos impulsados por baterías, el auge de la inteligencia artificial (IA) y la transición global hacia energías renovables. China, además de ser el mayor consumidor mundial, juega un papel clave en el impulso de las transiciones mundiales hacia la energía verde.

Paralelamente, el cobre ha experimentado restricciones de suministro debido a la falta de inversiones en yacimientos minerales y a la reducción de las capacidades de refinado del metal, lo que ha acentuado el desequilibrio entre oferta y demanda, contribuyendo adicionalmente al incremento de los precios.

Comportamiento de otros metales en el mercado

En el panorama general de metales básicos negociados en la LME, el aluminio registraba un incremento del 0,8% a 2.384 dólares la tonelada, el zinc trepaba un 1,5% a 2.616 dólares, el plomo sumaba un 0,6% a 1.933 dólares, el estaño avanzaba un 1,3% a 31.030 dólares y el níquel ganaba un 0,4% a 15.690 dólares, evidenciando un comportamiento alcista generalizado en el sector de metales industriales.