Los mercados financieros mundiales están experimentando una fuerte sacudida ante la escalada de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. Wall Street sufrió el jueves su peor sesión desde 2020, con caídas cercanas al 6% en los índices tecnológicos, mientras los futuros siguen desplomándose este viernes tras el anuncio de China de imponer aranceles del 34% a todos los productos estadounidenses.

La tormenta perfecta: aranceles, incertidumbre y pánico vendedor

Los futuros de los principales índices estadounidenses continúan su caída libre, con el Dow Jones retrocediendo 1.255 puntos (3,10%) hasta los 39.290 puntos, mientras el S&P 500 pierde un 3,06% situándose en 5.231 puntos. El Nasdaq 100, de gran peso tecnológico, lidera las pérdidas con un descenso del 3,20% hasta los 17.929 puntos.

Esta debacle llega después de una sesión negra el jueves, cuando el Dow Jones se desplomó más de 1.600 puntos (4%), el S&P 500 cayó un 4,8% y el Nasdaq retrocedió casi un 6%, marcando la peor jornada para los tres índices desde la crisis sanitaria del Covid-19.

En términos semanales, el panorama es igualmente sombrío. El Nasdaq Composite lidera la caída con un retroceso del 4,5%, seguido por el S&P 500 (-3,3%) y el Dow Jones (-2,5%). Tanto el Nasdaq como el S&P 500 se dirigen hacia su peor rendimiento semanal desde septiembre de 2024, acumulando la sexta semana negativa de las últimas siete.

De la corrección al mercado bajista: los niveles técnicos que alarman a los inversores

Con las caídas del jueves, el S&P 500 entró nuevamente en territorio de corrección, término técnico que indica una caída superior al 10% desde su último máximo. Pero la situación es aún más grave para el Russell 2000, índice centrado en empresas de pequeña capitalización, que ya se encuentra en mercado bajista tras desplomarse un 20% desde su pico más reciente. Tan solo en la jornada del jueves, este índice perdió un 6%.

Entre las víctimas más destacadas de esta sacudida se encuentran los gigantes tecnológicos. Los llamados «7 Magníficos» —Apple, Microsoft, NVIDIA, Amazon, Alphabet, Meta y Tesla— perdieron en conjunto un billón de dólares de los 2,5 billones que se evaporaron del mercado en una sola jornada.

El detonante: la guerra comercial de Trump contra China y sus aliados

El derrumbe de los mercados se desencadenó tras el anuncio del presidente Trump de imponer aranceles generalizados a las importaciones a partir del 5 de abril. La base será del 10%, pero se multiplicará para muchos países, incluidos China y los miembros de la Unión Europea.

La respuesta de China no se ha hecho esperar. El Ministerio de Finanzas del gigante asiático anunció este viernes que impondrá un arancel del 34% a todos los bienes importados de Estados Unidos a partir del 10 de abril, según reportó la agencia estatal Xinhua. Además, el régimen de Xi Jinping establecerá controles de exportación sobre siete elementos de tierras raras fundamentales para la industria tecnológica, como el gadolinio y el itrio.

«Puede que la administración Trump esté jugando a la gallina con sus socios comerciales, pero los participantes del mercado no están dispuestos a esperar los resultados», advierte Michael Arone, estratega jefe de inversiones de SPDR en State Street Global Advisors. «Los inversores primero venden y después preguntan».

Las perspectivas se oscurecen: ¿hacia un mercado bajista global?

Los analistas se muestran cada vez más pesimistas sobre el futuro inmediato. «Vemos 5.300 como el objetivo a corto plazo para el S&P 500, pero si la incertidumbre arancelaria persiste o las negociaciones con los socios comerciales no prosperan, los riesgos de una caída por debajo de los 5.000 se vuelven reales», advierten los estrategas de UBS Global Research. «La probabilidad de que las acciones estadounidenses entren en un mercado bajista es cada vez mayor».

Apple emerge como uno de los grandes perjudicados por las potenciales represalias chinas, dado que aproximadamente el 80% de su capacidad de producción está localizada en el país asiático. Sus acciones caen un 5% adicional hoy, tras el desplome del 9% registrado ayer.

Datos macroeconómicos: un mercado laboral sorprendentemente fuerte

Aunque eclipsado por la tormenta arancelaria, el informe de empleo de marzo en Estados Unidos ha mostrado un mercado laboral más resiliente de lo esperado. El Departamento de Trabajo informó que se crearon 228.000 empleos, superando ampliamente las expectativas de 140.000 puestos y los 117.000 del mes anterior.

No obstante, la tasa de desempleo subió ligeramente al 4,2% desde el 4,1% previo. Los salarios medios por hora aumentaron un 0,3% en marzo, en línea con lo previsto.

Los inversores ahora centran su atención en el discurso del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, programado para las 11:25 ET, en busca de indicios sobre posibles recortes de tasas. Los mercados ya anticipan reducciones de 100 puntos básicos para este año, frente a los 75 que se pronosticaban hace apenas una semana.

El refugio en la renta fija y la caída de las materias primas

En medio de la huida masiva de la renta variable, muchos inversores están buscando refugio en la renta fija. La rentabilidad del bono estadounidense a diez años ha caído hasta un mínimo de seis meses, situándose en el 3,905%, lo que refleja un aumento en su precio.

El mercado de materias primas también sufre el impacto de la incertidumbre global. Los precios del petróleo se desploman ante el temor de una menor demanda por la guerra comercial y las perspectivas de mayor oferta, después de que ocho países de la OPEP+ acordaran aumentar la producción en 411.000 barriles diarios en mayo. Los futuros del West Texas caen un 7,27% hasta los 62,07 dólares por barril, mientras que el Brent se cotiza a 65,35 dólares, con un descenso del 6,83%.

En el mercado de divisas, el euro sube un 0,12% frente al dólar, situando el tipo de cambio en 1,1032 dólares por cada moneda única.

Los sectores defensivos: un oasis en medio de la tormenta

No todo son caídas en Wall Street. Algunos sectores tradicionalmente considerados defensivos están encontrando oportunidades en este entorno de alta volatilidad.

El sector de bienes de consumo básico muestra fortaleza, con compañías como Lamb Weston, productor de patatas, subiendo un 10% esta semana tras presentar resultados que superaron las expectativas. Dollar General acumula ganancias cercanas al 10% semanal, mientras que el gigante de supermercados Kroger ha sumado un 6%.

Entre las utilities (empresas de servicios públicos), Exelon lidera los avances con un incremento del 5,6% hasta el cierre de ayer, seguida por American Water Works y Duke Energy, ambas con alzas en torno al 4%.

El impacto global: Asia y Europa también sufren las consecuencias

La onda expansiva de la guerra comercial ha alcanzado los mercados asiáticos, con pérdidas de entre el 1% y más del 3% en las principales bolsas del Sudeste Asiático. El índice VN de Ho Chi Minh se dejó un 1,56% adicional hoy, tras desplomarse un 6,68% el día anterior. El STI de Singapur perdió un 2,95%, mientras que en Tailandia, el SET de Bangkok bajó un 3,15%.

Europa tampoco escapa a la tormenta: Londres cae un 3,48%, Fráncfort un 4,46%, París un 3,83%, Milán un 7,18% y Madrid un 5,66%.

Las represalias de China: más allá de los aranceles

La respuesta de China a las medidas proteccionistas de Estados Unidos va más allá de los aranceles del 34%. El Ministerio de Comercio anunció que incluirá a 27 empresas estadounidenses en listas de sanciones comerciales o controles de exportación. Además, ha presentado una demanda ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por las acciones de Washington.

Entre las empresas afectadas se encuentran 11 compañías que serán añadidas a la lista de «entidades no confiables» por su «cooperación militar con Taiwán» y por «dañar gravemente la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo» de China. Empresas como Skydio, BRINC o SYNEXXUS tendrán prohibido realizar nuevas inversiones en China o llevar a cabo actividades de importación o exportación con el país.

La Asociación China de Fabricantes de Automóviles instó a Estados Unidos a «corregir sus acciones erróneas», argumentando que los aranceles «aumentarán aún más los precios de los automóviles e impondrán cargas adicionales a los consumidores de varios países, incluidos los estadounidenses, y tendrán un impacto negativo en la recuperación económica mundial».

Con China como uno de los principales exportadores de autopartes y aproximadamente 6 de cada 10 piezas utilizadas en talleres mecánicos estadounidenses provenientes de México, Canadá y China, los nuevos impuestos también encarecerán los automóviles importados a Estados Unidos en miles de dólares.

La Asociación de la Industria Ligera de China declaró que «la acción de Estados Unidos destruyó brutalmente el orden comercial normal entre ambos países, afectó gravemente la cooperación entre industrias globales y perjudicó considerablemente los derechos de los consumidores, incluidos los ciudadanos estadounidenses».

Mientras los mercados continúan procesando estas noticias, queda por ver si las partes lograrán encontrar un terreno común para las negociaciones o si la escalada comercial continuará intensificándose en las próximas semanas, con consecuencias aún más severas para la economía mundial.