Los precios del petróleo continúan bajo presión en los mercados globales debido a una combinación de factores políticos y económicos. La incertidumbre sobre los aranceles estadounidenses, el aumento de producción de la OPEP+ y la posibilidad de nuevas sanciones a Irán están configurando un escenario de volatilidad en el sector energético.

Precios a la baja y producción en aumento

El petróleo Brent cayó un 1,4% hasta los 70,6 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) bajó un 0,8%, cotizando en torno a los 67,8 dólares por barril. Esta caída responde, en parte, al anuncio de la OPEP+ de aumentar su producción de crudo en 2,2 millones de barriles diarios a partir de abril de 2025, lo que representa el 2% de la demanda global.

A pesar de que este incremento ya había sido sugerido anteriormente, los inversores esperaban que la decisión se pospusiera, como ocurrió en otras ocasiones. La medida, que busca mantener un equilibrio en el mercado, podría ser revertida si las condiciones lo requieren, según confirmó el comité de gestión de la OPEP+.

Al mismo tiempo, los precios también se han visto afectados por la desaceleración de la demanda en China. Durante los primeros dos meses de 2025, las importaciones de crudo del gigante asiático cayeron un 3,4% interanual, lo que refuerza la preocupación sobre un posible enfriamiento de la demanda global.

Política arancelaria de EE.UU. y tensiones con Rusia

El presidente estadounidense, Donald Trump, ha generado incertidumbre en el mercado con su política comercial. Recientemente, anunció que los aranceles del 25% a las importaciones de Canadá y México entrarían en vigor esta semana, lo que ha provocado temores sobre una posible desaceleración del comercio y sus efectos en el petróleo.

Al mismo tiempo, se especula que Trump podría facilitar el comercio de petróleo ruso mediante el alivio de sanciones si se logra un alto el fuego en la guerra de Ucrania. Según Syed Muhammad Osama Rizvi, analista del mercado energético, esta medida podría inundar el mercado con más crudo ruso, presionando aún más los precios a la baja.

Por otro lado, el índice británico FTSE 100 cayó un 0,5%, mientras que el STOXX 600 y el DAX 40 alemán retrocedieron un 1,5% y 2,1%, respectivamente. Estos movimientos reflejan el impacto de la incertidumbre energética en los mercados financieros.

EE.UU. endurece sanciones contra Irán

En paralelo, Estados Unidos ha decidido intensificar su estrategia para frenar las exportaciones de petróleo iraní, lo que podría generar efectos alcistas en los precios del crudo. La administración de Trump ha endurecido las restricciones a las navieras y bancos que faciliten la venta de petróleo iraní, con el objetivo de reducir las exportaciones de Teherán casi a cero.

Según el informe de Atalayar, esta estrategia forma parte de una ofensiva más amplia de Washington contra Irán, que también incluye restricciones a bancos extranjeros que realicen transacciones con el sector petrolero iraní. Estas sanciones buscan presionar a Teherán a frenar su programa nuclear y podrían generar una reducción en la oferta de crudo a nivel global.

Guyana: el nuevo jugador en el mercado petrolero

En medio de este contexto, Guyana ha emergido como un nuevo actor clave en la producción de petróleo. Desde que comenzó a extraer crudo en 2019, el país ha experimentado un crecimiento exponencial. Actualmente, produce 640.000 barriles diarios y se espera que en 2025 supere los 720.000 barriles por día.

Este auge petrolero ha transformado la economía de Guyana, cuya renta per cápita ha crecido un 700% en menos de una década. Además, el país ha logrado reducir su deuda pública del 41,8% en 2015 al 24,2% en 2024.